CONOCIMIENTO PRÁCTICO EN SENTIDO DÉBIL Y FUERTE. LAS DIMENSIONES DEL MOVIMIENTO.
A lo largo de la historia, ha habido una gran variedad de términos referidos a la educación física. Del mismo modo que existen justificaciones y argumentaciones sobre su valor educativo. Los conceptos que vamos a tratar son desconocidos y nuevos para nosotros (sic) por lo que a continuación vamos a hablar de estos y a conocer a qué hacen referencia. En primer lugar, en esta publicación vamos a tratar de explicar el conocimiento práctico en sentido débil y fuerte, y en segundo lugar, hablaremos sobre el concepto de las dimensiones del movimiento.
El conocimiento práctico en sentido débil y fuerte.
Como ya hemos mencionado anteriormente, el concepto de educación física fue muy cuestionado y durante un largo período de tiempo, tal y como afirma el autor del texto Devís (2018), éste concepto fue justificado por su relación con la salud y la regeneración física, a pesar de que hubo argumentos contrarios.
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Había quien creía que había que formar ciudadanos útiles para el Estado, quien creía que era mejor formarlos para defender la patria y quien los veía como puros individuos rehabilitadores de raza, entre otros.
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Peter Arnold (1979) y David Carr (1974, 1983), haciendo frente a la crisis educativa existente de la materia, comenzaron a dirigirse hacia fundamentos internos y propios de la educación física partiendo de la racionalidad, haciendo especialmente hincapié en el camino práctico, entendido como tipo de “saber cómo” y no solo en la parte teórica, entendido como tipo de “saber qué”.
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Además, Devís afirma que “si queremos una educación integral y completa para las nuevas generaciones, debería tenerse en cuenta no sólo el conocimiento teórico sino también el conocimiento práctico.”
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Arnold, hablando sobre los dos tipos de sentidos, el fuerte y el débil, afirma que tenemos que conocer y entender ambos.
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Según él, el sentido débil se entiende como cuando un individuo se ve capacitado para hacer algo de forma práctica pero sin tener los conocimientos en cuanto a la comprensión del acto realizado. Es decir se basa en procedimientos y pasos.
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Sin embargo, entiende el sentido fuerte cuando hacemos referencia a un individuo capaz de hacer con éxito sus actos y además está capacitado para extraer una explicación completa. Realiza una correcta explicación debido a que entiende perfectamente lo que hace y conoce las relaciones con gran exactitud.
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De modo que lo que distingue el sentido débil del fuerte es la habilidad de conceder una relación accesible de pensar, recapacitar, por ello, es por lo que se convierte en la opción más deseable hablando de educación.
Peter Arnold (1991) haciendo referencia al “sentido fuerte” dijo lo siguiente: “Se trata de favorecer el conocimiento práctico “en sentido fuerte” para que el alumnado sea un practicante inteligente y no un imitador o repetidor mecánico de las actividades físicas”. Es decir, él estaba convencido de que imitar la práctica nos convertía en meros imitadores, no en sujetos pensantes e inteligentes.
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Hablando sobre las dimensiones del movimiento:
Siguiendo con el autor Peter Arnold (1991) en su libro Educación Física, movimiento y currículum relaciona las tres dimensiones educativas de la educación física:
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La educación ‘a través’ del movimiento
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La educación ‘sobre’ el movimiento
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La educación ‘en’ movimiento
La primera dimensión, la educación a través del movimiento, reúne los recursos instrumentales, tales como el desarrollo moral, la ocupación del tiempo libre o la salud, en este momento, la salud referida al ámbito de la autorrealización personal.
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La segunda dimensión, la educación sobre el movimiento, hace referencia a saberes que vienen de disciplinas como la fisiología del ejercicio, la psicología del deporte, la historia o la filosofía de la actividad física y deportiva.
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Aunque, la dimensión que aporta la educación física a los centros educativos es la tercera, la educación en movimiento, que se refiere al conocimiento práctico y personal que únicamente se puede lograr a través de la participación en ejercicio físico. Además, se basa en la experiencia y engloba el conocimiento y la comprensión.
A través de esta dimensión, la ejecución de el ejercicio físico se reconoce como algo valioso, pues permite al individuo conocerse a sí mismo, aprender de sí mismo y del mundo en el cual vive.
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Aunque si seguimos esta estructura tridimensional de Arnold, podemos acabar reproduciendo el término de statu quo, por ello, es necesario amoldarse a las necesidades sociales.
Conclusiones
Como hemos podido observar a lo largo de la lectura, deberíamos de destacar el concepto de educación física, en el cual no debemos hacer referencia únicamente el ejercicio físico o deporte, ya que es importante también conocimiento, el saber por qué y de qué modo se tienen que realizar las cosas. Es decir, no basta con saber la práctica, es importante también saber la teoría.
Así pues, es importante comprender antes de realizar.
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Finalmente, destacar también la importancia de la salud mental a parte de la salud física, pues estas dos deben ir relacionadas entre ellas.
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Bibliografía
Arnold, P. J. Educación física, movimiento y curriculum. Morata-MEC, Madrid, 1991.
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Arnold, P. Meaning in movement, sport and physical education. Heinemann, London, 1979.
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Devís Devís, J. (2018). Los discursos sobre las funciones de la educación física escolar. Continuidades, discontinuidades y retos. Revista Española de Educación Física y Deportes, 423, 121-131